By: Sofia Ocaña
¿Sabías que el símbolo olímpico, con sus cinco anillos entrelazados, representa la unión de los cinco continentes y encarna los valores de excelencia, respeto y amistad? Este emblema icónico no solo es uno de los más reconocidos en el mundo, sino que también está protegido por el Tratado de Nairobi. Este acuerdo internacional obliga a los países que lo han ratificado a no registrar el símbolo olímpico, ni cualquier signo distintivo similar, sin la autorización del Comité Olímpico Internacional (COI).
Con los Juegos Olímpicos de París 2024 a la vuelta de la esquina, es el momento perfecto para destacar no solo el espíritu deportivo y la celebración de la humanidad, sino también la crucial importancia de los derechos de propiedad intelectual que rodean este evento global.
El Comité Olímpico Internacional juega un papel esencial en la protección de las propiedades olímpicas, que incluyen no solo el símbolo olímpico, sino también la bandera, el lema, el himno, las identificaciones, los emblemas, la llama y las antorchas olímpicas, según el artículo 7 de la Carta Olímpica. La mascota de los Juegos Olímpicos de París 2024 es otro emblema protegido por el COI, en colaboración con el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos, y su explotación comercial está estrictamente regulada.
Estas propiedades olímpicas no son solo meros distintivos; son símbolos que protegen y difunden los valores del Olimpismo. La adopción de legislaciones nacionales permanentes y el reconocimiento internacional reflejan la importancia de estas protecciones.
París 2024 no solo nos traerá momentos inolvidables de deporte y competencia, sino que también subrayará el valor comercial y la protección legal de estos símbolos que representan la unión y los valores del movimiento olímpico.
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